Maysonet Ministry Internacional,Inc. Orlando, Florida

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José Maysonet: “Mi fuerza, como la de Sansón, viene de Dios” Iniciamos este reportaje con una frase célebre del trovador argentino Facundo Cabral, que le cantó a la vida, a la esperanza, a la fe… “El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba hay millones de caricias que alimentan la vida”. Ciertamente, muchos misioneros llevan pan y vida a los hogares más escondidos del mundo. Otros, líderes de iglesias, alimentan el espíritu con predicas, y muchos como José Maysonet, soplan vida a través de un ministerio como el que dirige, que toma como inspiración la historia bíblica de la visión del profeta Ezequiel, en el valle de los huesos secos como una parábola del trabajo tan importante que muchos hacen a través de la tierra: Soplar vida donde hay muerte y necesidad. Y de eso precisamente es que hablaremos con este ministro de la palabra de Dios, auténtico creyente, que podemos definirlo como un extraordinario evangelista internacional, con un mensaje profundo de amor y esperanza basado en principios y valores netamente cristianos. José Maysonet es un puertorriqueño, que descubrió en él ese llamado divino y ello, le ha encauzado al trabajo de la fe su nombre es conocido en muchos lugares del continente americano, porque Dios lo convirtió en un soldado y guerrero de la palabra, un gran profeta de Cristo y en un verdadero cristiano, de Maysonet nos llama la atención el modo de trabajar su ministerio, el cual lleva su apellido, donde junto a su esposa Maritza conforma el equipo perfecto para predicar y ministrar. “Mi fuerza, como la de Sansón, viene del creador de todas las cosas buenas: Dios”, revela, desde Kissimmee, en la Florida (EE.UU.), donde vive junto a su esposa y seis hijos, afortunadamente, para este hombre de fe inquebrantable, no hay Dalila que pueda cortarle las ganas de predicar a muchos un evangelio que cambia y que transforma. A través de su ministerio, sus cruzadas y conferencias, José Maysonet entrena y capacita en el poder de Dios a millares en muchas naciones de América Latina. “Hemos tenido la experiencia de ver las vidas de muchas personas, venir a los caminos del Señor Jesucristo, y ser transformados bajo el poder y la unción del Espíritu Santo. Este Ministerio nos ha permitido bendecir otras naciones como: Guatemala, México, Puerto Rico, La Republica Dominicana, Perú y Colombia”, cuenta. Otra de sus ocupaciones es cumplir con labores sociales a favor de los más necesitados trabajando de la mano de ‘Maysonet Ministry Internacional INC’ a beneficio de los niños con cáncer, recluidos en hospitales o que se encuentran en situación de pobreza extrema, honrando así sus principios y viviendo completamente en paz. Ese amor al prójimo y a la necesidad de hacer algo por la sociedad, se materializó en la creación de un voluntariado en los Estados Unidos, el cual apoya las buenas acciones de su ministerio en países de Centro América y el Caribe, promoviendo los valores necesarios en una sociedad. Muestra gratitud al recordar al evangelista boricua Héctor de la Cruz, creador del Ministerio Impacto de Dios en Puerto Rico: “El Señor usó a este hombre que aunque ya no está entre nosotros, me enseñó la palabra de Dios, la cual cambió y transformó mi vida. Héctor de la Cruz, fue mi guía y padre espiritual”, recuerda Maysonet. Confiesa haber vivido situaciones de angustias y temores, las cuales pudo superar teniendo fe en Dios, así nos relata su experiencia: ¿Cómo y cuándo fue ese real encuentro con Dios que le llevó a forjarse como evangelista? -“Fue hace más de 20 años, el llamado de Dios es un proceso que lleva tiempo, no sucede de forma repentina, es en la medida que ciertas cosas van madurando en lo profundo del corazón es lo que llamamos un trato de Dios con el individuo, donde somos modelados como barro en las manos del alfarero, hasta que la vasija está terminada. Incluye tomar decisiones, capacitación y crecimiento para ejercer el ministerio y asumirlo con seriedad y respeto”. José MaysonetJosé Maysonet lidera uno de los ministerios más influyentes en América Latina. Cierto que la fe es un don preciado que se cultiva en el ser humano con la palabra divina, ¿Cuál es su concepción acerca de la fe, de la religión y de su aplicación al diario vivir? -“La fe es cien por ciento sobrenatural, no la producimos nosotros se produce en el cielo, no es el resultado de la razón, es convicción, es estar persuadido, es tener confianza en Dios y comunión con Él. Viene por el oír y el oír por la palabra de Dios, es acción creer en lo que la Biblia dice y actuar en ello es la certeza de lo que esperamos, la convicción de lo que no vemos es la sustancia de nuestra victoria, fe es la victoria que ha vencido al mundo, es la vía de que las cosas que no se ven sean atraídas al mundo natural, la fe nos lleva a Cristo, la palabra de fe que predicamos es que si confiesas con tu boca que Jesucristo es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación. Fe es hablar las cosas que no son como si ya existieran”. Al recorrer gran parte de los Estados Unidos y América Latina en misión evangelistica, en cruzada de milagros y jordanas de oración, ¿Cuáles experiencias se lleva José Maysonet? -“El ver que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre en cada nación, cultura o pueblo. Ver el amor de Dios llenando las almas sedientas, sanando enfermos, restaurando corazones, manifestando la esperanza de gloria en las vidas, ha sido una experiencia de fe muy conmovedora”. ¿Cómo describiría usted esa vida de perfecta comunión con Dios que una persona puede tener? -“No creo que alguien pueda lograr una vida de perfecta comunión con Dios, lo que sí creo es que acercarse a Dios con fe hace que Él se acerque a nosotros, que teniendo fe se puede agradar a Dios, ya que sin ella le es imposible al hombre tener comunión con Él, que morir a uno mismo, negarse a uno mismo y rendirse a Dios de todo corazón, como dijo el apóstol Pablo: ‘Ya no vivo yo, ahora vive Cristo en mi y lo que ahora vivo en el cuerpo lo vivo conforme a la fe del hijo de Dios…’ esto nos ayuda a tener comunión que nos permite ser personas consagradas a su voluntad. Es ese tipo de comunión que nos permite tener la vida de espíritu, la cual considero que es extraordinaria, es la vida en abundancia que Cristo nos ofrece a todos y se obtiene dando el paso de fe, confesando a Jesucristo como Señor y Salvador. ¿Con una carrera loable y muy certera, ¿Qué implica ser un ministro de Dios?, ¿Cómo lo concibe? ¿Qué le hace diferente? -“No me considero diferente a los demás, soy un hombre común y corriente como cualquier otro, vulnerable, sujeto a pasiones y deseos, con la bendición de poder ser bendición a los demás por medio de la fe y la unción que Dios, ha puesto en mi vida, soy lo que soy por la gracia de Dios, no creo en esa aureola y atmósfera mística que algunos pretenden llevar para sentirse superiores o especiales entre los demás”. Señales y prodigios sellan cada campaña en la que usted se presenta, ¿Qué decir de esos momentos en que Dios muestra su gloria y canaliza milagros a través de usted? -“Jesús dijo que estas señales seguirán a los que creen, también Pablo habla a los corintios sobre los dones o carisma del Espíritu Santo, entre ellos está el don de hacer milagros y el don de sanidades. Estos dones y señales acompañan la predicación de evangelio de Jesucristo, cuando se genera una fe corporativa e integral en nuestras reuniones realizadas en estadios o en una gran asamblea, nos movemos por fe creyendo que Jesús está presente para sanar, Él es el sanador”. José M.Comenta que sus hijos y su esposa son su regalo más preciado. ¿Cuál ha sido el milagro que usted, al verlo realizado, le ha marcado profundamente? -“Ciegos ver, sordos oír, mudos hablar, órganos restaurados, son muchos, pero lo más conmovedor son cuando suceden en niños y personas que por alguna razón científica ya no tenían más esperanza y Cristo las sana”. Es un predicador de la palabra de Dios de trascendencia internacional, ¿Cómo valora esa identidad de los fieles hacia su ministerio? -“Le doy mucho valor, me hace pensar bastante y aferrarme más a Dios, me inclina a ser un hombre agradecido al supremo, amar a Jesús, considerar mi vida y caminar en consagración, ser ejemplo en: Palabra, conducta, mansedumbre y fe”. -Finalmente, junto a su esposa Maritza ha sabido llevar una vida ministerial loable, ¿Considera se complementan en el amor y en el propósito de Dios? -“Maritza ha sido una ayuda idónea de la cual habla Dios en su palabra, quiere decir la mujer equipada y capacitada que todo hombre necesita, como llamaban los griegos la media naranja que complementa y capitaliza los logros, éxitos y triunfos, la compañera que como Sara la esposa de Abraham, por causa de ella grandes cosas sucedieron al padre de la fe, es un imán de fe, una madre ejemplar, una esposa única, una mujer valiente y hermosa, estoy muy contento ya que Dios me bendijo dándome el privilegio de tenerla como esposa”. Por: Reynaldo Dávila

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